¿Cuándo empezó a torcerse todo, Zabalita? Con esta
pregunta arranca la novela de Vargas Llosa titulada “Conversación en la
Catedral”. Esta
misma pregunta sería la que
se hicieran los vecinos Luis Mendoza Fernández, Lorenzo Espinosa Casablanca y
Alonso García Castuera el día que ingresaron en dos campos de concentración en
territorio alemán.
En
abril de 1936, fecha del final de la Guerra Civil Española, se produjo un masivo
exilio de refugiados republicanos a Francia. En lugares cercanos a la frontera,
fueron ingresados en diferentes campos de refugiados, conviviendo en hacinados
barracones con unas pésimas condiciones sanitarias, sin acceso a agua potable y
mal alimentados. Todo ello con la consecuencia de padecer numerosas
enfermedades, tales como la avitaminosis, la sarna, la disentería, el tifus y,
finalmente, la muerte.
Apenas
llevaban allí cinco meses, cuando el septiembre de 1939 estalla la Segunda Guerra Mundial. El Gobierno
francés decretó que todos los hombres exiliados, entre 20 y 48 años, pasaran a
prestar servicios para las autoridades militares francesas bajo amenaza de ser
repatriados a España. Para quedarse allí, fueron muchos los que optaron por
integrarse en Compañías y Regimientos de Trabajadores Extranjeros o bien en la
Legión Extranjera. Peor no podrían ir las cosas, después de combatir tres años en
la Guerra Civil, ahora se ven inmersos en otra guerra combatiendo en un
ejército extranjero.
En
los primeros días de junio de 1940 el Ejército Alemán deshizo las líneas
defensivas francesas haciendo prisioneros a multitud de españoles y, al no
reconocer Franco su nacionalidad española, sino apátridas, fueron considerados
“prisioneros políticos”. Además, fueron trasladados a territorio alemán e
internados en diversos “stalags”.
Los
“stalags” sirvieron como centros de paso para prisioneros de guerra. Durante el
tiempo que permanecieron en ellos trabajaron en minas y empresas industriales
de todo tipo. En el Stalag XI-A de Altengrabow ingresaron Luis Mendoza
Fernández y Lorenzo Espinosa Casablanca. Este último fue el prisionero número 7582.
En el Stalag XI-B de Fallingbostel, Alonso García Castuera ingresó como
prisionero número 86573.
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Mapa de Alemania. Situación de los Stalags Altengrabow y Fallingbostel. Fuente: Elaboración propia
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Alguno
tiempo después, cuando pasaron a ser no aptos para el trabajo, debido a los
malos tratos y al hambre, fueron enviados al campo de concentración de Mauthausen
en territorio austriaco. Allí se les tatuó un número de preso en uno de los
brazos, se les entregó su traje de presidiario llamado drilich (el
pijama de rayas blancas y azules) y fueron identificados con un triángulo azul
y una S de spanier, para ser reconocidos como rotspanier o
españoles rojos. |
Mapa situación del Campo Mauthausend-Gusen en Austria. Fuente: Elaboración propia
Este
campo de concentración estaba compuesto por veinticinco barracones de madera
perfectamente alineados destinados a albergue de prisioneros. Además de tres
grandes edificios de piedra gris que contenían las cámaras de gas, las calderas
para la desinfección de las ropas y los dos hornos crematorios donde se llevó a
cabo el holocausto.
Lorenzo Espinosa Casablanca y Alonso García Castuera fueron trasladados posteriormente al campo
de concentración de Gusen, donde murieron. |
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Fotografía del campo de concentración en Mauthausend. Fuente: Fuente; https://www.mauthausen-memorial.org/es
Según los datos
que obran en el archivo del KZ Gedenkstäte Mauthausen:
Lorenzo
Espinosa Casablanca.
Nacido en Villagonzalo el día 10 de junio de 1905. Procedente del Stalags o
prisión XI-A, Altengrabow, ingresó en el campo de concentración de Mauthausen
el 26 de abril de 1941 en categoría de “Custodia protectora” con el número de
preso 4546. El 30 de junio de 1941 fue trasladado al campo de Gusen donde
falleció a las ocho horas y treinta minutos del día 2 de diciembre de 1941.
Alonso
García Castuera. Nacido
en Villagonzalo el día 13 de septiembre de 1912. Procedente del Stalags o
prisión XI-B, Fallingbostel, ingresó en el campo de concentración de Mauthausen
el 27 de enero de 1941 en categoría de “español rojo” con el número de preso
5.527. El 17 de febrero de 1941 fue trasladado al campo de Gusen donde falleció
a las seis horas y treinta minutos del día 8 de julio de 1942.
Luis
Mendoza Fernández.
Nacido en Villagonzalo el día 27 de septiembre de 1914. Procedente del Stalags
o prisión XI-A, Altengrabow, ingresó en el campo de concentración de Mauthausen
el 26 de abril de 1941, con el número de preso 4.031, siendo liberado el 5 de
mayo de 1945 por la 11ª División Acorazada del Ejército de Estados Unidos.
De
los tres, solamente Luis Mendoza Fernández, soportó durante cuatro años las
extremas condiciones en las que se desarrollaba su vida diaria, además de haber
tenido la tremenda suerte de no haber sufrido los métodos de exterminio
utilizados por las autoridades nazis como las cámaras de gas, las duchas
heladas hasta morir de hipotermia, los fusilamientos masivos por las SS, los
experimentos médicos de algún “doctor Mengele” o ser desangrado hasta extraerle
la última gota de sangre para ser transfusionada a los soldados alemanes heridos
en el Frente del Este.
Francisco Sánchez García
Cronista Oficial de Villagonzalo Julio 2024 |
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