Noticias Villagonzalo

El señor cura se levantó un día de marzo con una mala decisión tomada, algo que le costó un gran disgusto personal.   El día anterior, una vecina había fallecido y debía ser enterrada como Dios manda, pero don Antonio David se encaminó hacia la casa de la difunta dispuesto a no realizar el entierro. Comunicó a los familiares que aguardasen un tiempo antes de proceder a inhumar los restos hasta comprobar si efectivamente había muerto. Así se lo había comunicado un profeta que suele acertar en sus predicciones, solicitándoles también que mantuvieran en secreto esa revelación.   Para hacer la comprobación les recomendó que le flexionaran los brazos. Lo que le ocurría es que sufría un proceso cataléptico e insistió en que, a las once de la mañana del día siguiente, la mujer recobraría la conciencia. Los familiares le enseñaron el certificado médico de defunción notificando que la anciana había fallecido por causas naturales y que, realmente estaba muerta. Los hijos de la fallecida requ

Cuando se acercaban las fiestas de la Feria de Abril o del Cristo, los vecinos se preguntaban quiénes serían ese año las jóvenes elegidas como reinas de las fiestas locales. Esta elección de reina de las fiestas y su Corte de Honor comenzó en la década de los 70. Con este rimbombante título, aparecía publicada en aquellas primeras revistas del Cristo la designación de las chicas elegidas, editadas en blanco y negro, bastantes rústicas donde la imagen brillaba por su ausencia y, por lo tanto, no aparecían las fotografías de las chicas elegidas. Las chicas que querían ser reinas y damas no se presentaban para serlo, sino que eran elegidas bien por los miembros de la Comisión de Festejos o como resultado de una encuesta a los vecinos que proponían sus candidatas preferidas. El primer día de celebración de la Feria de Abril y de El Cristo, la tradición era anunciar la elección cuando más gente había en la verbena. La orquesta musical que amenizaba el festejo hacía una pausa para que