Novena píldora histórica contra el coronavirus

Ya estamos en el ecuador de la que hubiera sido nuestra semana en una situación normal. Aun así, hay que mantener los ánimos arriba y pensar que pronto saldremos de ésta. Mientras tanto, podremos seguir entreteniéndonos con estas dosis de historia.
Espero que la disfruten,
Celia (:

PÍLDORA DE HISTORIA CONTRA EL CORONAVIRUS (9) 

LA FERIAS DE ABRIL DE PRINCIPIO DEL SIGLO XX 

Desde hace ciento cincuenta y cuatro años llevamos celebrando la Feria de Abril, festejadas por primera vez en 1876 por orden del alcalde don Francisco Gómez que decide establecer una feria ganadera con el fin de fomentar los intereses de los agricultores y ganaderos locales, con una duración de tres días. 

Este año, con motivo del Estado de Alarma decretado por el Gobierno debido a la pandemia del Covid-19, no parece que se vaya a celebrar y, por ello, para matar el gusanillo de las ganas de fiesta, a continuación relaciono dos artículos aparecidos en la prensa regional donde viene recogida la programación y la crónica social de estas ferias de principios del siglo XX. 

El corresponsal encargado de enviar las crónicas a los periódicos era el farmacéutico local don Pedro Campos de Orellana y Palencia. Una persona muy reconocida en el mundo agrario por sus estudios sobre la agricultura, gran impulsor del uso de abonos químicos y de la mecanización del campo. En la revista Panorama lo definen: “Como uno de los resueltos propulsores de la riqueza rural en la provincia de Badajoz, que tiene su residencia en Villagonzalo… Su personalidad adquiere relieve en este aspecto; pero, además, lo tiene como uno de los elementos más caracterizado de Villagonzalo, de cuya población ha sido alcalde, distinguiéndose en ese cargo por su acierto, con qué llevó su cometido. Sus convecinos le profesan por todas estas razones un cariñoso respeto y se complacen en exteriorizar un noble sentimiento hacia uno de sus más relevantes paisanos.” 

En sus crónicas destacaba la importante afluencia de vecinos y forasteros al rodeo de ganado, la programación de actos para el divertimiento común, como cucañas y carreras de sacos, las novilladas de toros en la Plaza España, las funciones de teatro de una compañía local y la gran cantidad de salones de baile que existían en el pueblo. También relata cómo festejaban los días de feria los integrantes de la oligarquía local describiendo sus veladas y bailes en casas privadas. Estas personas no eran lo suficientemente importantes para salir en las portadas de las revistas del corazón, pero sí para salir en   los ecos de sociedad de los periódicos regionales. 

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FERIAS Y FIESTAS. 1906 

Desde Villagonzalo. 21 de abril de 1906 

Gran feria, bailes concurridos, variadas cucañas, teatro y corrida de novillo. Más de seis lustros hace que se creó la feria que se celebra en este pueblo en los días 16, 17 y 18 del mes actual, sin que se le haya dado impulso por nuestros antecesores, hasta que este año, las nuevas autoridades apoyadas por varios mayores contribuyentes de la localidad, en su mayoría jóvenes, 

pensaron y llevaron a efecto, celebrar nuevamente una gran feria en los días ya expresados. 

Para ello el señor alcalde don Francisco Garrayo Prieto, contrató la recientemente acreditada banda de música de Mirandilla, para que tocara los tres días de feria, durante las tardes, y en el teatro, cuya compañía es de aficionados de este localidad. 

Variadas y chistosas cucañas en los días primero y segundo, así como también ascensión de globos, confeccionados por el ilustrado ayudante de Obras Públicas don Manuel Visto, persona a quién este pueblo tiene mucho que agradecerle, porque sin su valiosa protección hubiera tenido que hacer grandes dispendios para la celebración de la feria, sobre todo de la novillada que se dio el último día y que paso a reseñar. 

Este último espectáculo, previo anuncio de verificarse público, hizo traer, a pesar del mal tiempo muchas gentes de todas clases sociales de los pueblos colindantes. 

En el cuadro que forma la plaza pública se separó un círculo, cuyo radio no excedió de treinta varas, por medio de gruesos palos que formando fuerte enrejado no permitiera escaparse los novillos. 

En derredor de la improvisada plaza se construyeron elevados y rústicos palcos, que por orden del señor Alcalde fueron reconocidos por personas competentes. 

Dos horas antes de comenzar la lidia de las reses nos sorprendió un fertilizador aguacero que puso en movimiento a cuantas personas comenzaban a ocupar sus respectivos asientos, teniendo que abandonar estos y refugiarse en las casas más cercanas para librarse de una completa mojadura; pero a la hora del inesperado suceso, Febo, comenzó a desgarrar los densos nubarrones que le cubrían y enseguida desde su cenit dirigió sus candentes rayos que en forma de lluvia de oro caía sobre nosotros brindándonos inmediata protección de sacarnos el suelo silíceo que artificialmente habíamos hecho en la superficie que cogía el improvisado redondel; dibujándose la sonrisa en todos los rostros al ver que por ente los grandes cirros asomaba la abrasadora cara el encantador Astro. 

A las dieciséis horas ocupa el señor Alcalde la presidencia, hace la correspondiente señal, y a los armoniosos acordes de un pasodoble ejecutado por la referida banda, aparece en el redondel el simpático joven don Francisco Godoy, montado en un precioso caballo andaluz, se dirige después de recorrer el círculo, a la presidencia, cuadra el brioso y hermoso cuadrúpedo, se lleva su diestra a su cordobés y gris sombrero y cogiéndolo invertido por sus anchas alas, lo dirige hacia el Presidente, éste le arroja la llave del chiquero que aquél con ligereza coge, y el público prorrumpe en aplausos y vivas. 

Sale el primer novillo, previo anuncio del cornetín, que es fino, bravo y con cornamenta bien puesta. El banderillero Chele le recorta varias veces, el animal se presta y entonces el matador Carmelo intenta lucirse con verónicas, pero no le dejan unos cuantos intrusos torerillos que invaden el redondel. 

El Presidente ordena salgan éstos del círculo; hace señal, y cambia el valiente Chele el capote por los palos que clava bastante caído tres pares con valentía y coraje, y mientras el público premiaba tan briosa labor con aplausos y ¡oles¡ el Presidente, manda cambiar la suerte y Carmelo coge la muleta y estoque y después de brindar por la presidencia, se dirige al cornúpeto que algo huido por el castigo de las banderillas, busca salida por donde había entrado. 

Carmelo despliega el trapo ante la cara del animal, este enviste y… nada notable vimos, tal vez porque para lucir un torero sus facultades de torero, precisa toros de pura raza. 

Pero en fin, Carmelo por último se arranca a matar y después de dar dos pinchazos, mete una soberbia estocada. Palmas a granel y música. Resultando manso el segundo novillo, el público se encargó de él y murió de sofocones, teniendo que abandonar nuevamente la plaza de prisa, porque comenzaba una densa lluvia a molestar. 

No quiero terminar sin hacer constar que, los mejores bailes a que he asistido fueron los celebrados en los domicilios de don Antonio Godoy y don Santiago Suárez de Figueroa, estando las respectivas familias de estos señores atentísimas con cuantas personas concurrieron a sus casas; así como también felicitar desde las ilustradas columnas de este diario a los señores don Santiago Suárez de Figueroa, don Pedro María Rodríguez, don José Campos de Orellana y don Francisco Godoy por el celo desplegado para que se verificase con lucidez dicha feria, prestando constante y puntualmente apoyo a la autoridad local a fin de facilitarla toda clase de medios hasta la terminación de expresados festejos. 

Se despide de ustedes afectísimo su servidor q.s.m.b. Pedro Campos de Orellana.  (Nuevo Diario de Badajoz. Jueves, 26 de abril de 1906) 

FERIAS Y FIESTAS. 1915 

En los pasados días 16, 17 y 18 ha tenido lugar en este pueblo su anual feria de ganados, y con ocasión de ella gran número de festejos públicos y particulares, que durante los expresados días han constituido un proceso de alegrías interminables para este pueblo y sus numerosos forasteros. 

El Ayuntamiento, al organizar, dirigido por nuestro digno alcalde presidente, don Pedro Campos de Orellana y Palencia, su programa no regateó procurar todo género de ventajas y facilidades, especialmente al forastero feriante; y así, ha sido inmensa afluencia que de éstos han concurrido con sus ganados al rodeo, ofreciéndolos al negocio y dando con ello ocasión a que se hayan realizado numerosas transacciones en todas las clases, y en especial en el asnal, mular y caballar. 

La especial situación que este pueblo guarda por su gran proximidad a la estación ferroviaria y río Guadiana, así como también el número de pueblos que careciendo de estos beneficios le rodea, son circunstancias en fuerzas, de las cuales Villagonzalo ha logrado incrementar esta fuente de riqueza, porque para ello cuenta con dos poderosos auxiliares; el amor y entusiasmo de sus habitantes para todo lo que tienda a poner muy alto su ilustración, y el celo que sus autoridades saben desplegar en cuantas ocasiones se les ofrecen para acreditar estas bondades, que más de cuatro pueblos grandes  quisieran para sí. 

Esto, dicho con respeto al carácter comercial. Bajo el aspecto festivo, el teatro, las variadas cucañas, las carreras de sacos, bailes públicos y particulares, han sido, como antes digo, poderosos estímulos de solaz y alegría, a los cuales este pacífico vecindario ha sabido entregarse durante su feria con una actividad y resistencia física verdaderamente admirables. 

En todos estos espectáculos el público era inmenso, y más inmensas aún las dosis de hermosura y belleza que, tanto las propias como las extrañas mujeres han sabido lucir, saturando así el ambiente de Villagonzalo de esa atmósfera embriagadora, que un amigo mío llama “hipnotismo mujeril”. 

Se han celebrado bailes públicos en todas las noches de feria en los espaciosos salones de los Círculos “El Centro”, del señor López: “La Amistad” del señor Sesma; “Unión y Recreo” del señor Barroso; “La Unión” del señor Fernández, y en el del señor Salguero. Los aficionados a la música han podido admirar las grandes dotes artísticas de la pareja que formaban los señores don Juan y doña Lola. 

Entre los festejos particulares merecen especial mención las veladas que en la elegante morada de los señores de Godoy se han celebrado en honor y obsequio de sus distinguidos forasteros. Veladas que una vez más han sido testimonios de las grandes simpatías de que goza esta distinguida familia, que de modo tan admirable ha sabido responder a ellas con sus finezas y delicadas atenciones en honor de todos. 

Mi enhorabuena, pues a la bondadosa señora de don Pedro, doña Carmen Guerrero, y sus simpáticas hermanas, señoritas Mercedes y Concha, quienes se supieron multiplicar en obsequio de sus convidados. 

Fueron afortunados mantenedores de esta fiesta los queridos amigos don Antonio Moreno, ilustrado médico de Valdetorres, y los simpáticos don Paco y don Salvador Godoy, quienes a merced a sus grandes dotes personales, supieron cumplir admirablemente con su difícil cometido. Allí tuvimos ocasión de admirar la hermosura y elegancia de las gentiles y simpáticas señoritas Ramona Gragera y Baldomera Pérez, de La Garrovilla; Baldomera y Amparo Lorenzo, y Sofía Santé, de Montijo, todas muy bonitas y séame permitido lanzar aquí “inmentibus” un piropo gitanesco a los ojos de la simpatiquísima señorita Sofía Santé. 

Y termino esta desaliñada crónica felicitando efusivamente al pueblo de Villagonzalo, porque durante estos tres días han hecho innecesario el uso de autoridades para reprender o corregir la más pequeña alteración del orden, y los alientos a que en años sucesivos sepan celebrar con el éxito con que lo han hecho este año esta su feria, que tan alto ha sabido colocar a sus organizadores ante el concepto de buen orden y gobierno. 

Y ya sabe el activo organizador de los festejos populares que camino hay que seguir para merecer, como lo ha merecido, los aplausos de todo el pueblo. 

(El Correo de la Mañana. 21 de abril de 1915) 

Amigas paseando por el rodeo de la Feria de Abril

Dos niños montados a caballo en el rodeo de la Feria de Abril

Francisco Sánchez García 

Cronista Oficial de Villagonzalo