Segunda píldora histórica contra el coronavirus

En esta entrada se mostrará la segunda píldora histórica escrita por nuestro Cronista para hacer más entretenida esta cuarentena.

Como podrán observar, tanto desde dispositivos móviles como ordenadores u otros, el aspecto del blog ha cambiado. Ya avanzaba que habría novedades: el primer cambio tiene que ver con la página en sí. Al lado de la pestaña 'PÁGINA PRINCIPAL' encontrarán una nueva. En ella están las diferentes maneras por las que pueden contactarme. Una forma más sencilla para cualquier tipo de consulta (archivo, fotografías, comentarios...).

A continuación les dejo el artículo. Espero que les guste.
Un saludo,
Celia (:

PÍLDORAS DE HISTORIA CONTRA EL CORONAVIRUS (2) 

LA CATÁSTROFE FERROVIARIA OCURRIDA EN 1921 

El tren correo nº 55 que había partido de la estación de Badajoz con destino Madrid a las 16;20 horas del miércoles 12 de octubre de 1921, sufrió un descarrilamiento una hora y media más tarde en el kilómetro 432, muy cercano a la estación de Villagonzalo. 

Las causas del desgraciado accidente obedecieron a un desprendimiento de tierras con motivo del temporal reinante, que determinó el hundimiento de la vía en el momento de pasar el tren. La máquina, quedó empotrada en un desmonte, caída sobre el costado derecho. El resto del tren quedó en la siguiente disposición: el furgón de cabeza, caído por el costado derecho, el coche correo atravesado; los vagones de tercera clase, empotrados sobre el coche correo, y tanto éste como aquellos, reducidos a astillas. Los coches de segunda y primera clase apenas sufrieron desperfectos. 

El jefe de estación, al carecer de elementos necesarios para proceder con la urgencia que el caso requería para prestar auxilio, avisó al pueblo. Todo el vecindario y autoridades municipales acudieron en masa para ayudar en el salvamento, pero la tormenta continuaba descargando furiosamente, y las aguas alcanzaban dentro del andén un metro de altura sobre los rieles. Se hacía imposible prestar auxilio; los gritos de dolor se sucedían, y nadie podía comenzar los trabajos a pesar del deseo de todos los que presenciaban la horrible escena. La tormenta cesó una hora después, a las ocho, e inmediatamente todos se precipitaron sobre los coches destrozados para salvar a los viajeros. En ese momento se supo que el suceso había tenido desgraciadamente proporciones de catástrofe. 

Inmediatamente desde la estación de Mérida partió un tren de socorro con médicos de esa localidad, sanitarios de la Cruz Roja y sanitarios del cuartel militar. 

Los heridos No se pudo precisar el número exacto de heridos pues no todos fueron hospitalizados, pero pasaban de 65, muchos de ellos alojados en casas particulares de vecinos de esta localidad. Los más graves fueron ingresados en el Hospital San Juan de Dios de Mérida, entre ellos: Julián Blázquez Padilla, de veintitrés años, soldado del regimiento de Infantería de Segovia, de Arroyo del Puerco; Florentino Melchor Pascual, de veinticinco años, soldado del Tercio extranjero, de Galisteo (Cáceres); Luis Calvo González, de veinticinco años, soldado del regimiento de Segovia de Atalaya (Badajoz). Fernando Aparicio Sánchez, de veinticuatro años, del regimiento de Segovia, de Arroyo del Puerco; Emeterio Sánchez García, de veintidós años, del regimiento de Segovia, de Navas de Tejares (Ávila); Fernando Limón Jiménez, de veintitrés años, del regimiento de Segovia, de Membrío (Cáceres); Emilio Jedes Mojedano, de veintitrés años, del regimiento de Segovia, del regimiento de Segovia, de Membrío (Cáceres); Ramón Torres Rivero, de veinticinco años, de 
Torre de Don Miguel (Cáceres), estudiante; Juan José Tejado Puigcorbé, de veintitrés años, de Madrid; Etton Nuti, de sesenta y dos años, de Florencia  (Italia). 

Los muertos A las cuatro de la madrugada ya llevaban sacados de entre los restos del tren doce muertos: Benito Arroyo, Pedro Durán y Juan García, soldados del regimiento de Segovia número 75; Juan Blázquez, Juan José Gutiérrez, Julián Encinas, el ambulante de Correos, Juan Antonio Gallego, Eugenia Barroso, Enrique Nuti, Carmen Pérez Nuti, Rosita Nuti y otro hermano de ésta, integrantes de un circo proveniente de Zafra. Todos ellos fueron llevados en un furgón a la estación de Villagonzalo. 

Pleno del Ayuntamiento Al día siguiente, el jueves 13 de octubre de 1921, se celebró un pleno extraordinario presidido por el teniente alcalde don Pedro María Prieto Ponce y los señores concejales, Bernardino Sesma Carroza, Salvador Godoy Suárez, José Campos de Orellana Palencia, Clemente Porro Moreno y José Mancha López que adoptaron por absoluta unanimidad los siguientes acuerdos: 

“1º.- Hacer constar la profunda conmiseración que sienten por todas las víctimas de la horrible catástrofe y que se haga saber al Cuerpo de Correos, al Regimiento de Infantería de Segovia, número 75, al Ayuntamiento de Valdetorres y, en general, a todas las familias de dichas víctimas, el sentimiento que embarga a este pueblo y su Ayuntamiento, por tan inmensa desgracia. 2º.- Que se construyan nichos y ataúdes para cada una de las respectivas víctimas; cuyos gastos, así como del sepelio y funerales, que serán de primera clase, y los que origine la buena asistencia y curación de los heridos, serán sufragados por este municipio con cargo a capítulo de Imprevistos del presupuesto vigente. 3º.- Que se nombra en comisión al concejal, don José Mancha López, y al secretario, don Juan Giraldo Marín, para que hagan las gestiones necesarias con el señor cura párroco, albañiles, carpinteros, a todos los cuales harán saber que se trata de una obra de caridad, con el fin de que reduzcan todo lo posible el precio de los respectivos trabajos. 4º.-  Dar un voto de gracias al Presidente y Junta Directiva del Sindicato Católico Agrario por su espontánea concesión del local para depositar y velar los cadáveres. 5º.- Hacer constar la satisfacción con que ha visto la conducta loable de todo el vecindario, sin cuyo noble y eficaz concurso hubiera adquirido mayores proporciones la catástrofe.”  

El entierro de las víctimas En la mañana viernes 14 de octubre, el sacerdote don Juan Carmona celebró la misa de entierro de las víctimas que perecieron trágicamente en la catástrofe ferroviaria. El pueblo entero asistió a los actos fúnebres donde se registraron muchas escenas conmovedoras entre las gentes sencillas y buenas, que tan de cerca han sentido toda la magnitud trágica de la catástrofe. 

Queja de don Felipe Peña Prieto al diario El Correo de la Mañana “Mi distinguido señor y amigo: siento mucho tener que molestarlo para lo siguiente: En el público de este pueblo ha causado muy mala impresión que, en la información dada en el número de hoy, sobre los sucesos desgraciados ocurridos con el descarrilamiento de anteanoche, no se haga mención de los nombres de los verdaderos héroes de ese terrible drama. Los primeros que acudieron al sitio del siniestro fueron: el alcalde, don Pedro María Prieto; el juez municipal, don Francisco Godoy; el secretario del Ayuntamiento, don Juan Giraldo; el concejal don José Mancha, don Pedro María Godoy y su seguro servidor; todos estos señores se multiplicaban, en medio  del mucho barro y agua que había, para que los muchos jóvenes que tan gustosos se prestaban trabajaran desesperadamente para salvar a los heridos, que seguramente hubieran muerto si no hubiera habido tanto arrojo y abnegación en los vecinos de este grandioso pueblo. Y todos estos vecinos que por su propia voluntad trabajaban como desesperados en medio de la oscuridad, haciendo actos de arrojo y valentía, fueron los que extrajeron  la mayoría de los heridos y cadáveres.” 


FOTOGRAFÍAS DEL TREN DESCARRILADO 
Fotografía del diario ABC del lugar del accidente

Estado en el que quedó el vagón correo

Vecinos observando el tren descarrilado, el día siguiente
Francisco Sánchez García
Cronista Oficial de la Villa


Comentarios

Entradas populares de este blog

“EL PRIVILEGIO DE VILLAZGO” ALGO MÁS QUE UN ÉXITO

VII MATANZA DIDÁCTICA Y DÍA DE MIGAS

IMÁGENES DEL DÍA DE LA MATANZA Y MIGAS

JUEVES MÁS QUE CULTURAL.

"EL PRIVILEGIO DE VILLAZGO" ARRASA EN 'TAQUILLA'