Octava píldora histórica contra el coronavirus

Buenas a todos.
Para sobrellevar este martes ventoso, os dejo la octava píldora histórica.
Espero que la disfrutéis, mucho ánimo,
Celia (:

PÍLDORA DE HISTORIA CONTRA EL CORONAVIRUS (8) 

LA IMAGEN Y LAS LÁGRIMAS DEL CRISTO  

Los desafortunados sucesos ocurridos el día dieciséis de agosto de 1936, cuando milicianos ajenos a la localidad entraron en la iglesia parroquial “Nuestra Señora de la Purísima Concepción” destrozando las once imágenes del templo, entre las que se encontraba la imagen de Jesús de Nazareno, talla de la escuela andaluza del siglo XVII. 
La antigua imagen de Jesús de Nazareno destrozada en 1936 

Los integrantes de las milicias gallegas que habían participado en la toma del pueblo el 13 de septiembre de 1936, para compensar la ausencia de una Imagen del Nazareno, hicieron una colecta entre ellos y donaron la Imagen del Cristo de la Victoria. 

La Imagen 

Cuando la guerra civil finalizó, el pueblo no podía continuar sin una imagen de su Patrón y, por ello, en abril de 1939, se constituye una Junta Parroquial para adquirir una nueva talla de Jesús de Nazareno que estuvo integrada por las siguientes personas: 
  1. Presidente: Sr. Cura Párroco, D. Macario Marqués Ávila 
  2. Tesorero: D. Pedro María Godoy Suárez 
  3. Secretario: D. Aníbal Francisco Álvarez Trejo 
  4. Vocales: D. Jesús Bejarano Barco     D. Francisco Godoy Suárez     D. Julio Fernández de los Ríos     D. Francisco Vivas González     D. José Romero Sánchez 


El primer acuerdo que tomaron fue hacer una postulación entre los vecinos con el fin de recaudar fondos, en la que lograron conseguir la cantidad de cuatro mil cincuenta y cuatro pesetas con setenta y cinco céntimos.  

Una vez sabido del dinero que disponían, acordaron pedir presupuesto a varias casas de imagineros de Valencia y al joven escultor emeritense Juan de Ávalos, indicándoles que la Imagen debía ser tallada en madera natural, remitiéndoles una fotografía de la Imagen anterior. 

El treinta de junio, se reunió nuevamente la Junta para conocer las respuestas al presupuesto solicitado y, en agosto, acuerdan que la Imagen de Jesús de Nazareno sería esculpida por Juan de Ávalos, a quién se le ruega redacte y envíe un contrato con las condiciones artísticas y económicas, y que fue el siguiente: 

“Por el presente contrato privado se conviene entre don Macario Marqués Ávila; Cura Párroco y Presidente de la Junta Parroquial para la adquisición de la Imagen de Jesús de Nazareno y los demás señores que forman parte de dicha Junta por un lado y por otra parte don Juan de Ávalos escultor la realización por esto y por cuenta de los señores componentes de la antedicha Junta de una Imagen de Nuestro Santo Padre Jesús de Nazareno, para el Pueblo de Villagonzalo en la condiciones siguientes: 

PRIMERA: el trabajo será de talla en madera policromada, los brazos articulados con movimiento vertical y la altura estará ajustada a la túnica que en la actualidad posee dicha Junta y que para medida se lleva el Sr. Ávalos. 

SEGUNDA: La interpretación artística de la cabeza será como base de fotografías entregadas por la Junta al Sr. Ávalos, modificando estado lo que crea mejorar artísticamente la obra, la actitud del cuerpo, ajustará así mismo a las repetidas fotografías. 

TERCERA: Antes de pasar la cabeza de la Imagen a la madera será aprobado el trabajo realizado en barro por los señores de la JUNTA. 

CUARTA: El plazo de entrega de la Imagen terminada será para la presente SEMANA SANTA. En el caso de que el Sr. Ávalos crea que para la completa y perfecta realización de la obra se requiere algún tiempo más puede tomarse hasta el mes de junio próximo. 

QUINTA: El precio de la obra se conviene en CINCO MIL PESETAS pagadas en los siguientes plazos: 

DOS MIL PESETAS a la formalización del presente contrato. MIL PESETAS al comenzar la obra de talla. DOS MIL PESETAS al entregar la obra. 

SEXTA: No obstante el carácter privado del contrato, ambas partes se comprometen a elevarlo a escritura pública a petición de cualquiera de las partes contratantes, siendo los gastos que se originen de la parte quién interese. 

Y  para que conste firmaros el presente en Villagonzalo a 6 de Noviembre de Mil novecientos treinta y nueve.- AÑO DE LA VICTORIA 

(firmas de) Macario Marqués Ávila, Francisco Godoy Suárez, Francisco Aníbal Álvarez Trejo, Julio Fernández de los Ríos, Jesús Bejarano Barco y Juan Ávalos. 

También le pidieron presupuesto para hacer unas andas de madera al mismo escultor. Éste pidió dos mil quinientas pesetas por dicho trabajo, contestándosele que, al no disponer de más fondos, solamente podían pagarle mil pesetas. 

En febrero de 1940, la Junta Parroquial aprueba el boceto en barro de la nueva Imagen, autorizando al escultor para comience a tallar la madera con total libertad y con arreglo a su inspiración artística, apremiándole para que tuviera acabado el trabajo en el mes de agosto de ese mismo año. 

La Imagen, una vez acabada, fue transportada en ferrocarril desde Mérida hasta la estación y allí, una vez bajada, multitud de vecinos se apiñaban para transportarla, por lo que se hizo una puja donde se obtuvo 8.000 pesetas. 


El milagro de las lágrimas 

Unos años más tarde, el 14 abril de 1946, aconteció un hecho extraño que muchas personas catalogan de milagroso. El Cristo no contaba aún con un retablo propio, estaba sobre una mesa a un metro del suelo y, cuando los niños Florentino Moreno y Martín Espinosa se acercaron a rezarle, vieron como en la cara del Cristo se deslizaban unas lágrimas que caían sobre el entarimado. Asustados, avisaron al sacerdote y al mayordomo de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús de Nazareno que también observaron el fenómeno. Cuando se corrió la voz, acudieron todos los vecinos del pueblo, y en días sucesivos los vecinos de los pueblos de alrededores. 

La noticia acabó pregonándose en Radio Nacional y, a partir de ese momento, miles de personas de diversos puntos de España acudieron en masa. La iglesia se encontraba permanentemente llena de peregrinos en oración y vigilia, tanto de día como de noche. 

El mismo hecho se repitió intermitentemente hasta el mes de agosto, quedando por escrito cientos de testimonios de personas que vivieron este extraordinario suceso. Muchos fieles aún conservan los pañuelos y algodones con los que secaron las lágrimas. 

Al año siguiente, en el mes de febrero, durante un intenso temporal de lluvia, la bóveda de la iglesia que se hallaba en ruinas, se desplomó en parte, arrastrando en su caída el coro y parte de la torre. Un hecho que conmocionó a todos los vecinos, al suceder unos meses después del milagro de las lágrimas.  

En el año de 1988, Juan de Ávalos visitó la imagen en la iglesia parroquial, manifestando que “en contra de lo que algunos niegan, la madera de la que está hecho no suda, está recubierta con yeso y pintura,  tampoco hubo filtro de agua, por lo que él creía es un fenómeno sobrenatural”.  

Algunos devotos creyeron verlo llorar nuevamente 

El día 13 de septiembre de 1993, aparece un artículo en El Periódico Extremadura recogiendo textualmente lo que a continuación se expresa:  

“A.M. Romasanta. Algunos de los devotos llevados por su fe que participaron en la procesión del Cristo Nazareno, celebrada el martes a mediodía en Villagonzalo, creyeron ver llorar a la imagen, como ocurrió hace casi cincuenta años. Miles de fieles se acercaron el jueves a Villagonzalo para participar en la procesión del Cristo Nazareno y algunos aseguran haberle visto llorar, como ocurrió en 1946, cuando miles de testigos observaron las lágrimas de la imagen durante tres meses. El jueves, la cofradía nombró Hermano Mayor al escultor Juan de Ávalos. Antonio David Cerrato, párroco de la Purísima Concepción, cuenta que el 14 de abril de 1946 unas niñas se acercaron a rezar al Cristo. Entonces la imagen estaba sobre una mesa, a un metro del suelo, y las chiquillas vieron cómo el Cristo Nazareno lloraba y las lágrimas caían 
sobre el entarimado. Asustadas, interpretaron que el milagro les recriminaba que fuesen al baile y no volvieron a la verbena. Esta es la leyenda. Tres días después también lo observaron los monaguillos, que se encargaron de publicarlo y atraer la atención de Radio Nacional. A partir de ahí miles de peregrinos acudieron a Villagonzalo a presenciar el fenómeno, muchos de ellos conservan pañuelos y algodones empapados con las lágrimas del Cristo, aunque la Iglesia nunca se ha pronunciado sobre el milagro que se manifestó, de forma intermitente, hasta junio del mismo año. El padre Cerrato interpreta que la Imagen se sobrecogió por los acontecimientos de la historia. Corrían los años cuarenta, España acababa de salir de una guerra civil y la humanidad todavía lloraba los crímenes de la hecatombe mundial. Antonio David Cerrato apunta que “los testigos son personas prudentes, conocidas de todo el pueblo y conscientes de lo que dicen, además no se trata de un fenómeno aislado en la historia de la iglesia.” 

Ahora, setenta y cuatro años después, el milagro de las lágrimas del Cristo, aunque no fue reconocido públicamente por la jerarquía eclesiástica, ni jamás se pronunció al respecto, los fieles de la localidad y municipios próximos continúan recordando el milagro y siguen profesando una gran devoción a la Imagen del Patrón de Villagonzalo.

Copia de testimonios de personas que afirmaron haber visto las lágrimas del Cristo en junio de 1946, llegadas desde Badajoz, Almendralejo, Navalmoral de la Mata, Cáceres, Campillo de Llerena y Valencia del Cid

Copia de testimonios de personas que afirmaron haber visto las lágrimas del Cristo en agosto de 1946, llegadas desde Valencia del Cid, Villanueva de la Serena, Cristina y Medellín
Francisco Sánchez García
Cronista Oficial de Villagonzalo

Comentarios

  1. Havia escuchado la historia pero que bonito poder saber todo los detalles Gracias

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